viernes, 20 de abril de 2007

23 de abril, día de San Jorge



San Jorge: Realidad? Culto y Leyenda.

Se cree que la leyenda de san Jorge se originó en el
siglo IV: habría nacido en una familia cristiana de finales del siglo III. Geroncio, su padre, originario de Capadocia, servía como oficial en el ejército romano. Su madre Policromía volvió con su joven hijo tras enviudar a su ciudad natal, Lydda (luego Diospolis, actualmente Lod, en Israel). Aun así fue capaz de darle una buena educación a su hijo.
El joven siguió los pasos de su padre y se unió al ejército poco después de llegar a la mayoría de edad. Subió pronto de grado, llegando antes de los 30 a ser
tribuno y comes. Hacia esa época ya se le había destinado en Nicomedia como miembro de la guardia personal del emperador Diocleciano (quien reinó entre el 284 y el 305) quién en 303, emitió un edicto autorizando la persecución sistemática de los cristianos a lo largo y ancho del imperio.
Según la tradición Jorge recibió órdenes de participar en la persecución, pero prefirió dar a conocer su condición de
cristiano y criticar la decisión del emperador. Airado, Diocleciano reaccionó ordenando la tortura y ejecución del traidor.
Tras diversas torturas, Jorge fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el
23 de abril del 303. Los testigos de sus sufrimientos convencieron a la emperatriz Alejandra y a una anónima sacerdotisa pagana de abrazar el cristianismo, que pasarían a unirse a Jorge en el martirio. Su cuerpo fue devuelto a Lydda para ser enterrado.
En el
494 san Jorge fue canonizado por el papa Gelasio I, que sin embargo lo incluyó junto con «...aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios».
Esta afirmación no evitaría la creación de diversas historias
apócrifas sobre su vida, varias de ellas llenas de milagros. De acuerdo con la Enciclopedia Católica, el texto más antiguo preservado sobre la vida del santo se encuentra en el Acta Sanctórum, identificado por estudiosos como un palimpsesto del siglo V, «lleno de extravagancias y maravillas más allá de cualquier credibilidad».
Hacia finales del
siglo VI el abad irlandés Adomnanus de la isla de Iona, relata algunas de la leyendas orientales de san Jorge recogidas por el obispo galo Arkulf en su peregrinaje a Tierra Santa en el año 680.

La leyenda del dragón:

En el
siglo IX aparece otra popular historia: san Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la La leyenda dorada, también es conocida como «San Jorge y el dragón», y es el probable origen de todos los cuentos de hadas sobre princesas y dragones en Occidente.
Comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos debían apartar diariamente el dragón de la fuente para conseguir agua. Así que ofrecían diariamente un sacrificio humano que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa local.
En algunas historias aparece el rey, su padre, pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece san Jorge en uno de sus viajes, se enfrenta con el dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el
paganismo y abrazan el cristianismo.
La historia, antiguamente considerada verdadera, ha sido abonada progresivamente. Por otra parte, pocos dudan de que contiene un rico simbolismo religioso para el que se han propuesto diversas interpretaciones.
Realidad o mito, la leyenda de San Jorge ha inspirado por siglos a millones de personas para enfrentar los retas que la vida les impusiera, aunque estos parecieran imposibles de superar; es otro ejemplo de que el mal siempre debe ser enfrentado, sin importar la forma en que se presente.